martes, 9 de septiembre de 2014

Mundo

Pienso, a veces, en querer alejarme contigo a un Destino cualquiera:
al Vacío: al Horizonte lejano donde no nos tiemblen los pulsos
cada vez que nos enfadamos.


Pienso, tantas veces, en que quiero alejarme,
no siempre,
bastaría solo de vez en cuando.
Alejarme más allá del Horizonte conocido,
más, mucho más allá.
Sentarme, contigo de la mano.
Contigo, sin nadie más mirando.


Sin palabras ni misterios,
sin explicaciones ni pensamientos.
Sin excusas ni porqués.
Sin dudas ni peros.
Sin tantos y tantos miedos.

Delirios de amaneceres repletos
de agua o de vapor de ensueño
que vinieran a cubrirnos
las mañanas y los deseos.
Delirios: palpitantes suspiros de temblor y ganas
entre tus desvaríos y mis legañas.
Quiero tenerte tan a solas
porque me muero de miedo
en este mundo de cruces.
Sudario,
que a mi espalda se llama experiencia,
y en mi cabeza
hace que estallen las palabras.
Sudario y espinas tan profundas,
tan dañinas,
Espinas tan hondamente clavadas:
de la piel al hueso
y del hueso al alma.
Mundo, que me ahogas
Mundo al que amo, al que maldigo
Mundo, que te me descompones
en palabras.

Mundo incierto, Mundo altivo, Mundo aparente, Mentiroso y Esquivo. Mundo, al que al final amo. Mundo que escapa, que se me deshace entre las manos. Mundo a oscuras, Mundo esclavo. Mundo a ciegas,
Mundo amado.