Yo no necesito
senderos
para seguir el camino que me lleva hasta ti.
Porque he aprendido
a olerte en la niebla,
a encontrarte recóndito
escondido incluso de ti mismo.
He aprendido a conocer cómo te enfadas para seguir el camino que me lleva hasta ti.
Porque he aprendido
a olerte en la niebla,
a encontrarte recóndito
escondido incluso de ti mismo.
y cómo te desesperas abatido.
Cómo te ilusionas,
cuando pareces esquivo,
y cómo sonríes por dentro
cuando te pones serio
y sabes que te miro.
He aprendido
a encontrarme
en tu camino incierto
de verdades:
silentes, casi imperceptibles,
tan absolutas como inimaginables.
en tu camino incierto
de verdades:
silentes, casi imperceptibles,
tan absolutas como inimaginables.
Y tu cuerpo
solo me empuja
a ver los amaneceres encendidos
que soñamos
cuando la imaginación va de la piel al hueso
y del hueso al latido más apasionado.
a ver los amaneceres encendidos
que soñamos
cuando la imaginación va de la piel al hueso
y del hueso al latido más apasionado.
Sólo nosotros:
Habitantes inciertos
en mundos de espejos.
Habitantes inciertos
en mundos de espejos.
Que cuanto
más reñimos, más queremos.
Territorio inhóspito
donde, sin buscar, te encuentro.
Territorio inhóspito
donde, sin buscar, te encuentro.
Camino a ciegas
por ti y no me pierdo:
porque mi alter ego se responde
con tu Yo más verdadero.
porque mi alter ego se responde
con tu Yo más verdadero.
Mi alter ego es luna
y el tuyo la cara oculta.
Y viceversa.
Cuando yo me miro
tú me alumbras.
Cuando tú me sueñas
ya no hay dudas.
Unidos, más allá de lo visible,
imperceptiblemente ligados
más allá de lo humano.
Creación Propia