Ama

Ama
a quien te de la gana,
pero ama.
Encuentra un camino
por el que llegar,
desde aquí
hasta su paz.
Ama
con el pecho, con los ojos,
con las manos, con tu pelo
y con la espalda.
Ama
sin excusas, motivos, ni argumentos.
Ama
sin prisa ni pausa
a quien imagines con la luz apagada.
Ama
hasta que sus burlas acaben
por el suelo
desmontadas,
rotas
y avergonzadas.
Ama
a quien te de la gana.
Pero ama.

Patricia Gómez Sánchez

Invocando a Eros

Yo no quiero acabar en tu cama
y despertar siendo una más.

Quiero que me hables al oído
y me digas que sólo
querrías acostarte conmigo.

Quiero entrar en ti
invocando a Eros
para que nos acompañe esta noche
hasta que nuestras lenguas acaben
apagando el incendio.

Hasta que las palabras pierdan
su sentido exacto
y desvistamos todo razonamiento:
Hasta que todos los reparos y prejuicios
acaben vencidos, inermes,
rodando por el suelo.

Que la prisa sólo sea
por querernos de nuevo,
que no exista más medida
que el tiempo que cabe
entre beso y beso.

Que me desnudes a versos,
de forma que cada final de estrofa
sólo sea una manera de quitarme la ropa.

Quiero que entres en mí
como territorio aún no conquistado,
poniendo tu nombre a todas mis banderas,
para que cada vez que se icen
me recuerden quién eras.

Que juegues con tus manos,
trémulas,
a identificar mis lunares
despertando mis volcanes
para hacer con ellos
una geografía perfecta.

Quiero ser tu musa
para inspirarte
cada vez que te pierdas
debajo de mi blusa.
Tu amada más cauta
y tu amante más impura.

Esta noche, si te dejas,
acallaré tus miedos
con mis piernas
aferradas a tu cintura
seré la sed de tus espumas.

La asertación donde acaban tus dudas:
tu comedida, moderada y responsable;
tu emotiva, inexplicable, tentadora y salvaje.

No, yo no quiero un amor libre:
Yo quiero ser la única
que provoque tus orgasmos.
Exclusiva y excluyente.
Yo quiero ser tu pecado
más impenitente.

Quiero pecar contigo
para tener que redimirnos juntos
el resto del camino.

Ahora ven
y empieza a hablarme al oído.

Patricia Gómez Sánchez
19 de junio de 2020

(Concurso literario El Altavoz Cultural)
#altavozcultural
@altavozcultural

La única forma

La única forma de querer bien
es ir hacia atrás:
Reescribiendo los besos,
los abrazos, las caricias,
los “te quiero”...

Unir el primer día
con el último
como si mañana no existiera;
acercar las lejanías
hasta que todo se concentre en este intento.
Un "aleph":
el punto donde se encuentran
todos los misterios.

La única forma de querer bien
es ir desandando el tiempo,
vivir del revés
para que cada día
sea un nuevo comienzo.

Anudar y des(a)nudar mil veces cada enredo
para que nunca nos pueda el aburrimiento,
hasta que las dudas acaben,
ruborizadas,
arrastrando por el suelo.
Reír hasta que nos oiga
el vecino del tercero.

La única forma de quererse bien
es hacer de cada encuentro
un nuevo volver,
para que los cuerpos se estrechen,
siempre nuevos,
jurando que nunca se volverán a perder.

Patricia Gómez Sánchez

Haciendo balance

Todos estos meses
he guardado abrazos,
lágrimas, sonrisas;
he desdoblado las esquinas de mi cuarto
para hacer de ellas caminos infinitos
hasta ti, hasta el mundo, hasta ellos.
He navegado hasta el fondo de mí misma
y me he juzgado en cada intento.
He abierto heridas,
roto agujeros,
he reconocido las cicatrices
que me dejaron los anhelos.
En estos meses, he ido deshaciendo nudos,
atando cabos y reconociendo aprecios.
He seguido siendo
y encontrándome conmigo.

He visto lo relativo que es el tiempo.

En estos meses
también he echado de menos:
Cómo las palabras que entran por el oído
pueden hacer flotar todo mi cuerpo,
el olor del aire cuando despierta el instinto,
cómo responden mis labios ante sus guiños.
El trinar reivindicativo de los pájaros
cuando escuchan nuestros gritos.
El aire,
cuando me acaricia,
libre y salvaje.
Cómo suenan los pasos
cuando andamos el mismo camino...
Más risas, más amigos...
Los planes y hasta los encuentros casuales.
He anhelado la mirada ingenua de esos niños,
todos los holas, gracias, hasta luegos,
que no he dicho.

Echo de menos,
pero guardo todo, intacto,
para su momento preciso.

Porque en estos meses, sin embargo,
a pesar de todo, y verdaderamente,
también hemos vivido.

Patricia Gómez Sánchez

Si quieres quedarte

Si quieres quedarte,
te dejo hacerlo.
Pero sé consciente:
De que a veces ni yo comprendo
quién se mira en el espejo;
dónde estoy yo
y dónde mis complejos.
Cuándo termino lo que acabo,
o cuándo acabo lo que empiezo.

Dónde se ubica mi Universo.
Hasta cuánto sí,
y hasta dónde no puedo.
Si quieres quedarte,
te dejo,
pero no quieras encontrar el sentido que se esconde
tras cada uno de mis versos.

Quédate,
pero sólo si estás dispuesto a compartir
algo auténtico.

Patricia Gómez Sánchez

¿Cómo me vería?

Siempre me he observado desde dentro,
sintiendo mis imperfecciones,
defectos, 
mis inseguridades,
fortalezas y manías:

Esos lugares donde no sé aún si llegaré,
lo que entra, sale o permanece en mi vida;
cuánto me dolieron aquellas palabras
o lo bien que me sentó aquella despedida. 

Lo que me costó decidir algo,
hasta dónde podría llegar 
tras las huellas de unos pasos
y por qué o quién jamás apostaría. 

Siempre me he observado así,
desde esta introversión implícita:
analizando los retos,
los imposibles y los ¿podría?

Con muchos tropiezos
y algún que otro acierto,
oscilando entre penas y alegrías. 

Pero, si pudiera salir de aquí,
trascender más allá de mí misma;
si me observara como me ven los otros,

¿Cómo me vería?

Patricia Gómez Sánchez

Cielo en sfumato

El cielo se ha pintado en sfumato,

justo ahora cuando me dirijo a él

para que me ayude a precisar 

dónde están los límites,

los bordes, los por qués.

Quizás pretenda revelarme

que no existen

los contornos exactos,

que no los busque,

que me deje fluir 

y permita al corazón 

hacer lo necesario.

Que dé la vuelta a las cosas

y observe del revés:

porque la verdad está en el otro lado,

donde no existen los nombres

y donde todo prejuicio 

sólo queda en un tal vez.

El cielo se ha pintado en sfumato 

justo cuando en mi mente empezaba a llover.

Patricia Gómez Sánchez

Tus recuerdos

Cada vez que me pongo a escribir,
tu recuerdo me atraviesa
como si llevara meses ahí,
esperando que le dé forma,
que nuevamente
le ofrezca maneras de seguir viviendo en mí.

Pero me he cansado.
Hoy no.
Ya no.
Ya no lo quiero sentir.

Hoy lo escribiré para que pueda, definitivamente, morir.

Para que se quede en su sitio,
donde le corresponde,
quieto,
donde se quedan las cosas que realmente no sucedieron.

Porque no existe lo que se esconde,
y las mentiras, cuando son tan tremendas,
ni siquiera llegan a haberse vivido.

Todo fue falso, inventos:
Cuando pensaba que me mirabas,
tú ni siquiera me veías.
Hasta llegué a pensar que tal vez me amabas,
cuando ni siquiera me querías.
Imaginé que me pensabas,
y tú pensando mil maneras de profundizar en mis heridas
y meterte en otras camas.

No sé el motivo,
pero tampoco me interesa.
Ni sé entenderte,
ni lo intento.

Sólo quiero que tus recuerdos
se queden para siempre donde deben estar:
Solos y con miedo.
En el olvido y en silencio.

Patricia Gómez Sánchez
12 junio 2020.

Desde que te respiro

Desde que respiro tu nombre
me han salido alas en los ventrículos.
Por respirarte, sentir tu olor circulando por mis venas,
Soy Aire:
pureza de ese instante
que sólo puedes dar tú.

Desde que respiro tu nombre
mi corazón tiene plumas
y pronto echará a volar
hacia tus cielos.

Porque eres la libertad
que abre las llaves de todas mis prisiones.

Desde que te respiro
soy barco cuyo Norte
apunta siempre al lugar donde te escondes.

Todos mis sentidos te sueñan siempre conmigo.

Desde que te respiro...

Patricia Gómez Sánchez
7/6/2020

¿Quién es Justicia?

Justicia se representa
con una venda en los ojos,
para evitar sus prejuicios sobre los juzgandos:
para que no pueda ver si son listos, torpes, guapos, altos,
ricos, pobres, tristes o iluminados.

A la Justicia, como al amor,
se va con las manos siempre abiertas y llenas:
de ardor, valentía,
ilusión, empatía;
llenas también con el dolor y la pena
por los que no están,
por tantas y tantas habitaciones vacías.

Porque Justicia es también esperanza:
Es ver abrirse un sendero
donde ellos pisan la hierba;
hacer de cada paso una nueva vía
por donde encontrar caminos
para conquistar la utopía.

Vislumbrar un oasis donde la solidaridad
aún nos permita
ser esa libertad compartida.

A la Justicia se le invoca con palabras y gente inundando las calles,
los centros, las Avenidas...

Justicia, para desenmascarar las mentiras,
para recordar que la democracia es el pueblo
y que el pueblo está cansado
de esa insaciable sed
de dinero, dominación, títulos, de poder.
Que el pueblo está cansado de esos circos
políticos y ya no se los cree.

La Justicia es el último reclamo
contra los que matan,
violan, torturan, hacen daño;
Y también
contra los que lo permiten,
porque tienen igualmente manchadas
las manos.

Contra los que no actúan:
no legislan, no enseñan, no cuidan ni protegen.
No educan.

Justicia para y contra aquellos
que se irrogan autoridad
por ser hombre, blanco, poderoso,
adulto, americano,
adinerado, religioso...

Aunque al final, cuanto más amos, más esclavos:
Esclavos de un título, un color,
un rango,
un cromosoma, un estatus;
todo prediseñado.
Son ellos los sometidos, alienados;
Los deshumanizados.

Este poema es una Oda a la Justicia
única y verdadera: la que sólo podremos conseguir juntos, libres y hermanos,
cuando unidos y unidas, luchemos
por que esa Diosa
siga teniendo los ojos vendados.

Patricia Gómez Sánchez