domingo, 17 de junio de 2012

Aún parece...

A veces te miro y aún parece que tenemos prisa.

Quisiera hacer como que voy despacio, como que tengo todo el tiempo del mundo para ganarme una a una tus caricias. Quisiera hacer como que no me pones nerviosa cuando me miras directamente a los ojos, cuando tan directamente me miras.

Tanto tiempo y aún todo tan nuevo.

La magia intacta y los besos tan despiertos.

Aún tememos acabar, o no empezar jamás. Desgastamos ese espacio intermedio entre la duda y la espera, entre la interrogación y su respuesta, andamos en el cable, en la cuerda fina que se balancea y nos tropieza, no sabiendo nunca dónde podría dejarnos caer esta vez.

A veces, cuando te miro, aún te siento como al principio, tan efímero y tan eterno.
A veces me gusta que todo sea así, que conservemos todo ese misterio.

Pero otras, otras veces, estoy cansada de este juego, y quisiera verte cada día, tenerte cerca, tenerte como tengo a mi propio cuerpo.
A veces quisiera poder amarte más lento, mucho más, poder querete sin prisa ni miedo.

A veces nos miramos y aún nos extrañamos: frunces el ceño como si no supieras quién soy, me adivinas entre los pliegues de la camisa como si mi piel te fuera nueva, como si jamás hubieses suspirado en mi regazo; y me abrazas la cintura como si hubieras olvidado que casi está diseñada por tus brazos.

Y yo te huelo, y te exhalo, y te siento, como si jamás hubiese entregado mi último aliento pegada a tus labios.

Y te hago muchas preguntas por romper el silencio, y tú con palabras graciosas me sigues el juego, y entonces te interrogo con mi ironía habitual, y tú te ríes y respondes como si me quisieras enfandar.
Y al final me enfado mientras tú sonríes, y yo te adivino que me quieres, y tú me adivinas que te eché de menos, y yo te intuyo que tú también hiciste eso.


Y rompemos el miedo, rasgamos las reglas del buen juicio y nos entregamos al momento, mientras arrojamos por la ventana los días y los meses, y empezamos desde ese mundo tan nuestro, ese que nos conoce en las risas y en los miedos,

Por ahora y para siempre.

Creación Propia

Escribir es hoy...

Escribir es hoy para mí tan sólo renegar, renegar de la sangre que me empuja sin tregua a los volcanes de tu nada de tu tan tierna y absurda a la vez vacía y completa siempre Nada y es renegar del viento que sopla tras ese tan ligero y sutil vendaval ese aguacero de ganas que me despierta el más profundo instinto de lanzarme de rendirme y abandonar y hacer como que estoy empezando de nuevo. y es sentir la tentación y no querer emocionarme. Escribir es hoy... intentar poner comas y puntos a una vida tan desordenada y loca es como vestir al pájaro de piel y al horizonte ponerle curvas es como asumir el imposble de tenrlo todo bajo control pero aun así no dejar de intentarlo. es buscar consuelo y alas mientras que escribo metáforas de lo que fue y ha sido de lo que comprendo o puedo comprender y de lo que jamás he comprendido. Pero no sólo hoy escribir es renegar... es también asumir: la conciencia cansada, las palabras infinitas, los cielos que me miran los ojos que aún me sonríen las personas que aún veo la belleza de aquello que todavía me deja inventar nuevos versos. escribir es imaginar lo que el cuerpo toca... escribir hoy es, como siempre, renegar y otras muchas cosas... Creación Propia (Para mis reclamos ;-)