lunes, 23 de abril de 2012

Expresión y pensamiento


"La obra de arte nace del renunciamiento de la inteligencia a razonar lo concreto. Marca el triunfo de lo carnal. Lo que la provoca es el pensamiento lúcido, pero en ese mismo acto se niega.
La obra de arte encarna un drama de la inteligencia, pero no lo demuestra sino indirectamente. La obra absurda exige un artista consciente de sus límites y un arte en el cual lo concreto no signifique nada más que lo concreto. No puede ser el fn, el sentido y el consuelo de una vida. Crear o no crear no cambia nada. El creador absurdo no se apega a su obra. Podría renunciar a ella. La expresión comienza donde el pensamiento acaba".

Para celebrar el día del libro, hoy no podía dejar de citar a uno de mis autores favoritos, por no decir "Mi Autor". Es, evidentemente, Albert Camus. He elegido este fragmento porque refleja muy brevemente todo lo que el Arte es. y por supuesto, porque estoy con él, porque nuestro pensamiento tiene límites, no sólo los tiene, es un límite en sí mismo. Reducimos experiencias para poder expresarlas con palabras, pero las palabras no pueden llegar a todos los sitios, hay cosas que nos desbordan, que hablan un lenguaje que desconocemos, que sólo apenas podemos percibir, intuir, adivinar. Porque la vida es una constante lucha, búsqueda, adivinanza, apuesta... Somos inciertos, ese es nuestro milagro, y nuestra condena. Pero el arte nos salva, muchas muchísimas veces, en cualquiera de sus expresiones. Porque el arte es un acto desesperado, sin lógica, espontáneo, que brota desde muy adentro, que vive alejado de la realidad, es un momento de locura, en que el hombre intenta aunarse con el Mundo, ser Uno, encontrar la Unidad, la Coherencia. El hombre es discontinuo, imperfecto, inconcreto, mutable, y el Arte lo salva, porque le ayuda a gritar que sabe quién es. El Arte es la representación de la constante lucha entre un destino que nos marca y unas aspiraciones que constantemente intentan negarlo. Valoremos el arte, y a los artistas, y hoy, especialemente, a la Literatura, que aunque no lo creamos, o no queramos creerlo, muchas veces nos salva.

Feliz día del libro

lunes, 9 de abril de 2012

Sobre todo, descolocarte

Cuando vuelvo sobre mis pasos, siempre permaneces en ese fondo, en esa oscuridad luminosa que me recuerda el camino de vuelta, a mí, a ti, a nosotros. Me devuelves a mi yo más puro, más mío, más seguro.

Porque a tu lado los minutos parecen deslizarse entre las palabras, jugando un escondite que no conoce las reglas de la mentira, que no conoce las falacias entre los labios, esos, donde solo se adivinan besos.

Y me cuentas de tus cosas, y yo te comento las mías… te resumo en retazos mi vida, en bocetos de mi existencia me vas intuyendo, adivinando, conociendo.

Y mientras las palabras nos cubren, en silencio exploramos la verdad más ciega, jugando como niños a atrapar lo que camufla un movimiento: el gesto de tus cejas, los pasos lentos, ese suave aire que saboreo mientras te contoneas envuelta en misterio, tu dudar cuando pierdes la mirada, tu mente ausente que con monosílabos me calma, los comentarios que se te escapan, que se vierten de tu boca, porque eres ese lugar donde todo cabe, que todo lo atrapa, que con un giro de llave se desborda y me colma, y habla, y enseña; ese lugar al que se conoce y se adora.

Adivinarte me gusta, interrogarte, me gusta tantearte y aún más intrigarte. Me gusta no conocerte y sentirme así; apenas saber retazos de tu pasado, fugaces destellos de tu presente, nada en absoluto sobre tu destino, y aun así sentirte tan mío y aún así poder mirarte fijamente sin tambalearme. Me gusta hablarte, callarte; me gusta, sobre todo, descolocarte.