viernes, 4 de diciembre de 2015

Déjame conciencia

Déjame dormir esta noche
asida a su abrazo
perpetuo,
que se lanza
y no prescribe ni caduca
por mucho que le diga que no.

Déjame dormir esta noche,
aunque el beso se me atragante
en la garganta
mientras lo contengo victoriosa,
aun a riesgo de morir
ahogada en mi propio no.

Déjame dormir haciendo que duermo,
o que vivo mientras sueño,
aunque desfallezca de ganas cuando despierte
imaginando su presencia a mi lado:
el compás de un latido apasionado
que me colma, extasía y, a la vez,
que me duele como mil arañazos.

Déjame morir en el deseo,
en ese punto donde la vida y la muerte
confluyen,
son dos caras de lo mismo:
lucha cuerpo a cuerpo
y, lo demás, al azar de un Destino.

Déjame soñar
que lo moral no era indecente.

Déjame dormir esta noche, conciencia,
tentando a mi suerte
libre y decente
porque los sueños
se quedaron en la mente.
 
Creación Propia