miércoles, 22 de diciembre de 2010


Un plan,
La coartada de mis pasos,
El esquema de mi personalidad,
Los prejuicios de la gente,
La imagen que los otros tienen de mí,
Lo que mis palabras o actos ocasionarán en los demás,
Lo que debo ser,
Lo que debo pensar;
He aquí los ingredientes de una vida seca, vacía, inexistente.

Oír mi corazón.
Tener claro quién soy.
Qué deseo.
Qué quiero.
Qué añoro.
Cómo desearía ser.
Cómo me sentiría orgullosa de mí misma si pudiera mirarme desde el exterior.
Llamar a cada cosa por su nombre.
Dejar claras las prioridades.
Defender mis ideales.

El camino a mí.

Yo.
El mundo.
La vida no es el espejo, ni las críticas, ni los anhelos, ni las ilusiones perdidas, ni los secretos encerrados o los deseos aprisionados.
La receta está en mí.
El mundo es mío.
Los demás son compañeros, no enemigos, ni jueces, ni perfectos o envidiables.
Los demás soy yo vista desde otra perspectiva.
Los demás son mis complejos, mis esperanzas, mis ilusiones, mis victorias o fracasos.

Yo estoy en cada una de las cosas y seres que me rodean, y ellos en mí.

No busques tras la sombra el color de la luz.
No esperes victorias con retazos de cobardía.
No montes ilusiones sobre cimientos de incertidumbres.
No armes personajes sobre el telón de tus miedos.
No maldigas contra una existencia mezquina por no atreverte a sentir su música.

La vida vale. Está completa. Nada más. Ni nada menos.
El mundo, el hombre, la roca o el sol.
Todos notas de la misma canción.

Creación propia

martes, 21 de diciembre de 2010


Lo que ocasiona la más amarga de tus lágrimas puede (y no sólo puede, sino que habitualmente lo hace) convertirse en la más alegre de tus sonrisas o en el más bello de tus poemas. La dicha hace tanto reir como llorar. La dicha es el minuto. El milagro es la vida. El regalo, la conciencia que nos hace sentirla.

Intento apreciar cada instante, no perder el tiempo, aprovechar responsablemente mi vida y, sobre todo, saber qué vida quiero para que todo sirva de algo. No obstante, al final siempre me doy cuenta de que todo sirve, "nunca el tiempo es perdido" que dice Manolo García. La risa es, como el llanto, útil y dichosa. No añoro nada, no echo nada en falta porque lo que tengo es lo que conozco y, por tanto, lo único que puedo querer. No puedo querer lo que desconozco, porque sólo siento una ligera aproximación del sentimiento que produce su propiedad. En cambio, lo que tengo lo conozco y, con sus fallos, sus defectos o sus imperfecciones, forma parte de mí.

Deseos para el nuevo año: que el corazón guíe mis pasos y lo que tengo y quiero siga ahí.

Feliz Navidad a todos mis lectores, a los que quiero muchísimo.

PD: La pintura es "Vista de Guernsey" de Renoir. El otro día estuve viendo una exposición de este pintor impresionista que es mi favorito. Por supuesto, califico la exposición como maravillosa. Admirar la obra me conmovió mucho. Esos minutos fueron, por supuesto, también dichosos y los quiero compartir con vosotros. Recomiendo desde aquí un vistazo al impresionismo: a su filosofía, su lucha, su vanguardia, su espítritu de creatividad y novedad. Es una maravilla. También recomiendo la película "La joven de la perla", inspirada en Vermeer.
PDII: Pido disculpas a mis seguidores, que ya me reclaman que escriba algo (;-). Últimamente, como saben los que me conocen, estoy bastante cinéfila, así que quizás en mis próximas entradas toque también un poquito este gran arte del cine.
Por ahora, aquí va un poquito de La joven de la perla:

http://www.youtube.com/watch?v=ZO6FGjpfzWU