viernes, 4 de diciembre de 2015

Déjame conciencia

Déjame dormir esta noche
asida a su abrazo
perpetuo,
que se lanza
y no prescribe ni caduca
por mucho que le diga que no.

Déjame dormir esta noche,
aunque el beso se me atragante
en la garganta
mientras lo contengo victoriosa,
aun a riesgo de morir
ahogada en mi propio no.

Déjame dormir haciendo que duermo,
o que vivo mientras sueño,
aunque desfallezca de ganas cuando despierte
imaginando su presencia a mi lado:
el compás de un latido apasionado
que me colma, extasía y, a la vez,
que me duele como mil arañazos.

Déjame morir en el deseo,
en ese punto donde la vida y la muerte
confluyen,
son dos caras de lo mismo:
lucha cuerpo a cuerpo
y, lo demás, al azar de un Destino.

Déjame soñar
que lo moral no era indecente.

Déjame dormir esta noche, conciencia,
tentando a mi suerte
libre y decente
porque los sueños
se quedaron en la mente.
 
Creación Propia

martes, 10 de noviembre de 2015

Ahora...

No sé a veces qué escribirte,
ahora que has dejado de ser mentira.

Ahora que no eres el amante imaginario
al que podría soñar tener algún día.

Qué escribir ahora que la realidad
supera aquello que imaginar podría.

Ahora, que mi carne a tu contacto
reacciona sin más,
sin versos de por medio
y con mil rutinas cotidianas
que lo podrían estropear.

Ahora, cuando la pureza de una poesía
amañada a mi gusto y antojo
se ha vuelto cruda y amable realidad.

Ahora, que ya no hay hueco de ausencias,
ni lejanas distancias entre tu sombra y la mía;
ahora, que sabes prácticamente todas
mis virtudes y manías,
que me conoces seria, alegre, plena y vacía.

Ahora que no hay pausas en que esconder nada,
ahora, que tras un día
viene otro día.

Qué escribo ahora cuando no hay tragedia
entre tú y yo
con la que componer la melancolía.

Pues ahora diré mucho más:

Que me encanta
compartir tu sonrisa,
que ya conozco tu gesto serio
y cómo se va transformando poco a poco
cuando le suelto una ironía.

Que tu halo en la mirada, y ni siquiera
tu tez sombría
ya me preocupan,
pues no hacen más que recordarme
mis también dudas y cabezonerías.

Que sé que tu sed se vuelve vaho a nuestro contacto
y que sé que sabes
que mi hambre
se vuelve aún más ganas
cuando irredento emprendes una nueva batalla.

Que navego sin timón ni miedo
conforme tu mar me atrapa.

Que mis ojos estaban esperando
desarrollar su esencia
en el espejo de tu mirada.

Que quizás te encontré tarde,
o tal vez fuera en el momento justo,
pero eres todo mi presente,
todo mi pasado y
todo mi futuro.

Creación Propia

jueves, 12 de marzo de 2015

Poeta de versos enclaustrados



















Poeta de versos enclaustrados,
que cuando quieren salir a la superficie
se me mueren en los labios.

Poeta de lunas y miserias,
de Dioses y quimeras.
De realidades y bondades,
de horror y muchas enmiendas.
Camino enmendado,
sembrado de errores,
donde recóndito se esconde
el abrazo que me acoge. 

Camino incierto, difícil
y horrendo.
Poeta, que quiso ser sólo tierra
y se vio obligado a mirar al cielo.

Difícil apuesta:
entre decisión lasciva
o alma divina.

Apuesta al todo
que te alimente,
porque todo cuanto apuestes
ya te lo robará la vida.

Hoy no acaba bella esta poesía
Hoy me cansé de llorar 
y seguir invocando a la alegría.

Hoy sé que también esto pasará,
pasará esto, lo otro y lo de más allá.

Y cada destino seguirá tratando de encajar:
de buscar su sitio
y entonar su compás.

Sé que todo gira y gira
hasta que encuentra sin más.
Pero yo ya me he cansado
de girar por girar.

A veces sueño
y duermo sólo por soñar;
y ya no sé si lo que sueño
son ilusiones o designios.

A veces vivo,
y parece que otro habitante
me posee mientras me río.

Lloro por dentro, lloro
porque quiero gritar mi desconsuelo
y que no se me hinchen los ojos.
Pareciendo venir de la alegría
es miedo todo cuanto lloro.
Hoy maldigo todo
porque todo me mata los días.

Poeta rota
de alma silente,
que no expresa ni la mitad
de cuanto siente
más que sobre papel,
manchado de heridas,
en este diálogo sin gente,
donde lloran también conmigo
sus hojas, ensangrentadas en tinta.


Creación Propia