Los atardeceres de septiembre
huelen a nostalgia
y a sueños:
Vaticinio de
destino
anticipando
presentes.
Futuros.
Cuando las nubes
bailan
sobre el
agua
articulando su
lenguaje
de susurros
nuestras siluetas
precisas
vuelven a su
estado originario:
Seres de sal y
barro
envueltos
en latidos
difusos.
Patricia Gómez
Sánchez
15 de septiembre
de 2022
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