La ciudad se desnuda
de día,
reposando su atuendo
sobre los altos
de los edificios
que hacen gancho
entre trampolín y precipicio.
Va quedando al descubierto
su silueta indefensa,
con ese aura
de añoranza de mar.
Busca el ocaso
una ola
donde desparramarse
y quedar,
pero aquí
no hay corrientes
donde sumergirse
para remontar.
Aquí la vida se debate
en esa metáfora
continua e intermitente
entre quiénes somos,
cómo vivimos
y dónde nos busca la gente.
Patricia Gómez Sánchez
16/02/2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario