domingo, 25 de junio de 2017

Sal

Estoy seca de palabras
Y, aun así, en este corazón se me atraganta un poema.

Aunque no es de palabras ni rimas.
Me atraganta un poema que es de imágenes y sal.

De sal de lágrimas guardadas.
Sal de arenas que no pisé.
Sal de las heridas que no sané.
Sal de encuentros que no encontré.
Sal de desaciertos que desacerté.
Sal de alma no alimentada.

Me espera un poema que es de sal.  
Y que tengo que escribir para que regrese al mar.

En mi poema vuela un pájaro
que me vió gritar en la sombra
palabras de infierno y verdad.

Que me vió olvidarme casi de quién era. Entregarme al hedonismo de los placeres terrenales. Como si eso sirviera. Como si fuera real.

En mi poema palpita el mundo y me ahoga con una soga fabricada de crueldad.

Pero Él deshace mis nudos y llora hojas de tinta en mi lugar.

El Poema me devuelve la paz.

Mi poema termina de nuevo entre sal:
Sal de vida. Sal de peces.
Sal de pescadores.
De barcos y felicidad.
Mi poema ya ha llegado al mar.

Arte: para no ahogarnos de Verdad.

Creación Propia

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