jueves, 25 de febrero de 2021

Cuando den las diez




Por la larga sombra del crepúsculo
el ocaso llega de nuevo
arrastrando su herida.
Son las siete de la tarde
y parece que el día
haya durado cien horas.
En las calles la gente no habla
y en las plazas
los abrazos sólo se miran.
No hay apenas voces
pero se intuye la melancolía.
Estamos distanciados:
vivos,
pero alienados,
guardando afectos
que, a veces,
sólo se adivinan.
Hay amor sin ruido
entre el ruido sin vida.
Un halo de miedo, temblor y duda
pugna a diario
con la impotencia y la ira;
entran en juego también
el pudor, la vergüenza
y hasta la mentira.
Sin vencedores aparentes,
porque esta batalla
empezó ya perdida,
hay quienes aflojan la cuerda
mientras otros la estiran.
Todos buscando lecturas diversas
ante tantas injusticias:
interpretaciones con que explicar
las causas vacías.
Ojalá pronto encontremos la salida
para que, cuando den las diez,
podamos vernos
y enseñarnos las sonrisas.
Patricia Gómez Sánchez
25/02/2021




































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