sábado, 25 de septiembre de 2010

Ignoras

No sabes cuánto me vas a extrañar.
Tu boca querrá besarme tan sólo a mí,
querrá tan sólo besar algo mío;
sentirá anhelos de volver a ser
simiente camuflada
de mis más sutiles desvaríos;

añoranza de palpitarme las noches de invierno,
de sentir la suavidad de mis dedos:
deseos urgentes de húmedos deseos
de temblor y dientes,
de arroparme los días de otoño,
de esconder tu cuerpo y tu miedo
en el consuelo de mis ojos.
De desvelarte y sentir mi aliento,
mi cuerpo en reposo
esperando despertar con tu beso.

No sabes cuánto me vas a extrañar
cuando sientas en tu almohada,
escondido, impregnado,
el secreto de mis ojos:
el perfume amargo
de un amor auténtico despreciado.

Esperarás que te relajen mis suaves roces,
cuando en trasnochadas veladas
duermas junto a otras voces.

No sabes cuanto me vas a extrañar;
ignoras aún que tus altares se rindieron,
que tus ídolos cayeron,
que en mi compañía respiraste paz.

Propio

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