sábado, 25 de septiembre de 2010

Tal vez

Y en sus secretas caricias,
tránsfugos reflejos de noches, lunas y perlas pasadas;
robadas madrugadas al dios de los placeres escasos
nos van socorriendo, nos van llenando
los espacios vacíos que nos quedaron.
En cada roce, una huella;
en cada caricia, un tatuaje;
en cada abrazo, una cicatriz;
en el beso, unos labios;
en los labios, sellado, un beso.

En el camino que nos separa,
la pisada fosilizada
de lo que se niega a desparecer.
Mundos de consuelos inventados,
de amores creados,
de filosofías sacadas de ilusos imaginarios,
que usaremos hasta que la verdad
las vaya desgastando.

Cuando renace con fogosa venganza
el destino de abandono necesario,
con imágenes pasadas nos iremos consolando.
Futuro teñido de fugitivas pasiones,
o de nuevos desengaños,
o tal vez de vivir buscando.

O tal vez alguna mirada esquiva,
imprevista, inesperada,
me arranque la desesperanza.

Propio

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