jueves, 19 de mayo de 2011

Inconsciente



Hoy quiero dejar el realismo de lado. Decidir mi libertad. Hoy quiero sentirme muy libre.


Hoy quiero dejar la conciencia y dar rienda suelta a mis emociones.


Quiero dejar afluir todas mis ilusiones sin que se estrellen al enfrentarlas a la realidad. Hoy quiero mimarme. De vez en cuando no viene mal darnos un homenaje, pararnos a pensar y sentir que lo hemos hecho bien. Nos falta mucho camino; pero, hoy, nos paramos y nos felicitamos. Falta mucho camino, ¡una vida entera! Pero de las ilusiones es precisamente de donde pueden nacer realidades. Del presente sólo surge presente, pero de las ilusiones y esperanzas es de donde surge futuro.


A veces nos agotamos pensando en el futuro, nos agobia lo incierto, la dificultad de encontrarse un hueco, lo complicado que es que nuestra situación vaya tomando forma. Pero, al final, definitivamente la toma, y lo hace casi por casualidad; cualquier acontecimiento inesperado viene y nos rompe todos los planes y todos los esquemas que teníamos previstos.


A veces las grandes decisiones son producto de casualidades, de situaciones que nacen sin que nos demos cuenta. A veces la vida se forma sola. No sé si creo en el destino o no, antes lo rechazaba de pleno; pero ahora creo que tal vez no sea destino, pero sí creo que una especie de fuerza va poco a poco haciendo que todas las piezas de nuestra existencia vayan encajando. A veces algo misterioso parece hilvanar todos esos hilos que fuimos lanzando y quedaron sueltos.


De repente, a veces, nos paramos y encontramos sentido en lugares donde antes no lo vimos.


Algunos defienden que la historia es cíclica, y que la vida al final nos devuelve a los orígenes, a los principios. Hay quienes piensan que una vida humana acaba donde empezó, que allí es donde se encuentra y se realiza.


A veces nos pasan cosas que no entendemos, situaciones inesperadas, o incluso incoherencias que no podemos encajar y con el paso del tiempo, esas cosas van recuperando la coherencia. A veces el tiempo da la razón a nuestras intuiciones. A veces nuestras intuiciones eran reales. Pero ¿qué hacemos cuando el pasado vuelve? ¿Qué hacemos cuando un hilo que quedó suelto quiere volverse a atar? ¿Le damos la oportunidad? ¿Hay un tiempo para los sentimientos? ¿Caducan? ¿Unos sí pero otros no?


Hay que vivir a medio camino entre las ilsuiones y el presente, a medio camino entre lo lógico y lo incoherente; hay que vivir a medio camino entre el pasado y el destino. Hay que vivir con al alma tranquila. ¿Qué hacer con los sentimientos? Dejaremos que el tiempo los defina.



Creación propia








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