La única forma de querer bien
es ir hacia atrás:
Reescribiendo los besos,
los abrazos, las caricias,
los “te quiero”...
Unir el primer día
con el último
como si mañana no existiera;
acercar las lejanías
hasta que todo se concentre en este intento.
Un "aleph":
el punto donde se encuentran
todos los misterios.
La única forma de querer bien
es ir desandando el tiempo,
vivir del revés
para que cada día
sea un nuevo comienzo.
Anudar y des(a)nudar mil veces cada enredo
para que nunca nos pueda el aburrimiento,
hasta que las dudas acaben,
ruborizadas,
arrastrando por el suelo.
Reír hasta que nos oiga
el vecino del tercero.
La única forma de quererse bien
es hacer de cada encuentro
un nuevo volver,
para que los cuerpos se estrechen,
siempre nuevos,
jurando que nunca se volverán a perder.
Patricia Gómez Sánchez
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