martes, 24 de noviembre de 2009

Detrás de la risa


Ahí, detrás de la risa,
ya no se te conoce.
Vas y vienes, resbalas
por mi mundo de valses
helados, cuesta abajo;
y al pasar, los caprichos,
los prontos te arrebatan
besos sin vocación,
a ti, la momentánea
cautiva de lo fácil.
“¡Qué alegre!” dicen todos.
Y es que entonces estás
queriendo ser tú otra,
pareciéndote tanto
a ti misma, que tengo
miedo a perderte así.
Te sigo. Espero. Sé
que cuando no te miren
túneles ni luceros,
cuando se crea el mundo
que ya sabe quién eres
y diga: “Sí, ya sé”,
tú te desatarás,
con los brazos en alto,
por detrás de tu pelo,
la lazada, mirándome.
Sin ruido de cristal
se caerá por el suelo
ingrávida careta
inútil ya, la risa.
Y al verte en el amor
que yo te tiendo siempre
como un espejo ardiendo,
tú reconocerás
un rostro serio, grave,
una desconocida
alta, pálida y triste,
que es mi amada. Y me quiere
por detrás de la risa.


Pedro Salinas

Sabes que te quiero detrás de la risa, cuando eres tú, cuando no aparentas; detrás de lo que todos ven. Te vi, sinceramente, y te quise. Sabes que te quiero y te lo demostré hasta el límite de mis posibilidades, y eso me da la certeza de que nunca me olvidarás.

2 comentarios:

Marina Casado dijo...

Puuuuuuuf, me encanta este poema, es uno de mis favoritos de Pedrillo Salinas!!! Junto al de "Si me llamaras" y a otro que empieza "La forma de querer tú es dejarme que te quiera...". Este también me sirvió a mí para hacer una entrada de blog en su día jejeje... PRECIOSO.

Huuuuum, tengo ganas de que termines Niebla para poder comentar el final :P ... ya verás qué interesante!

Un beso!

Unknown dijo...

Bravo!