martes, 24 de noviembre de 2009

Vacío

Tengo el mundo adaptado a tus límites; y mis días se habían ajustado a los contornos de tus sensaciones. Tenía la meta en ti, en tus intrigas descansaban mis inquietudes. Y lo sabíamos. Viví de presente a base de presagiar futuro. Algo anunciaba el fin, y ello nos hizo agotar cada minuto. Vislumbrar el ocaso es lo que hace apreciar la blanca luz del día. Hoy presiento algo de definitivo en esta ausencia. Serás por siempre, en mí, recuerdo y olvido. Hay un jamás y un siempre; hay algo entre nosotros que se ha confundido, y ya no sé si es tuyo, o mío, o nuestro, o del vacío. Y algo me dice que debe ser así, que estábamos perdiendo libertad, que era insana esta dependencia, esta necesidad, este abandono de todo lo demás. Y lo sabíamos.

No hay comentarios: