martes, 21 de abril de 2009

Para qué la filosofía


PARA QUÉ LA FILOSOFÍA

Muchas personas se preguntan esto. Muchos creen que la filosofía es algo que hacen aquellos que malgastan el tiempo. Lo ven infructuoso, que sólo conduce a la depresión, a la soledad o al aislamiento. No obstante, todos filosofamos alguna vez en nuestra vida. No sólo alguna vez, sino continuamente. el problema reside en el miedo a comunicar nuestros pensamientos, en e miedo a que el otro rechace lo que pensamos y, en consecuencia, entendamos que rechaza toda nuestra persona. En esta sociedad moderna de cambios constantes, tanto en tecnología como en política, legislación, ciencia, relaciones sociales...el hombre cae en el vértigo. Tanta novedad y cambio hace que perdamos un pilar firme sobre el que sujetarnos, sobre el que mantener nuestra existencia. El ser humano, con su miedo innato a la incertidumbre, debe acoplarse en este mundo que lo rodea. Entonces, ante ese miedo, es cuando se plantea las grandes preguntas: para qué, por qué, para qué estar aquí, qué lugar debo ocupar en este mundo, cuál es mi sitio. Sobre todo eso, el hombre quiere saber su sitio. En todas estas ocasiones nos planteamos cuestiones filosóficas. Cuestiones que deben responderse seriamente, que no cabe solucionar a la ligera. Es hora ya de que el ser humano piense, se piense, una cuestión que está quedando demasiado marginada. La culpa de este mundo tan insolidario, tan injusto, tan incoherente es que los hombres actúan antes de pensar. Tanto políticos, ministros de fe y demás gente "notable", como el ciudadano "de a pie" estamos olvidando forjar unos pilares antes de actuar. Sólo esta falta de pilares puede explicar las aberraciones que nos rodean y que vemos diariamente en la realiad más cercana (y más lejana). Necesitamos la filosofía porque necesitamos una base sólida de valores, porque necesitamos poner en paz nuestro interior para poder poner paz después a nuestro alrededor. Una persona pacífica no es una persona indiferente, sino una persona que tiene paz interior y que quiere transmitir esa paz a todos los que la rodean.
Para saber filosofía no es necesario haber leído mucho, ni conocer qué dicen Kant, o Nietzsche, o Camus, o Hermann Hesse. La filosofía se lleva dentro y basta para conocerla con el propio pensamiento; es algo inherente a todo ser humano. La filosofía no se enseña, sólo se aprende a pensar filosóficamente. Me gusta la filosofía porque el destino de todas ellas, el punto de llegada, es la solidaridad y la empatía. Al final del todo, el hombre descubre que no es nada, que no tiene un fin magnífico en este mundo; entonces decide amar y ayudar a todos aquellos seres que, como él, no son nada.
Por favor, pensemos filosóficamente antes de actuar.

No hay comentarios: