domingo, 7 de marzo de 2010

Grito

Los vacíos y solitarios espacios
de tiempo, lugar y forma
reclaman unos labios
que hablen de lo dulce de todas las bocas.
El mundo triste
reclama el grito de los que viven.
Vivos, muertos,
ya no importa
porque nadie nada dice.
Nadie sabe qué siente:
¿contentos, felices?
El mundo inteligente
a menudo se desdice.
Ya nadie canta,
ya nadie ríe;
apenas ven algo fuera,
apenas sienten que alguien les sigue.
Callan, asienten, ni dudan ni sonríen.
Cielos caídos,
horizontes aplastados y bellezas apagadas.

Hombres que apenas hablan
y con frecuencia maldicen.

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