jueves, 10 de diciembre de 2009

Sentir en poesía


Ya no siento en suspiros, ni en llantos ni sollozos.
Ahora siento en poesía.

La sangre no corre sino que quema, abrasa,
gira y se retuerce.
Reivindica su presencia en alaridos de angustia.

La sangre espera
porque ignora aún que la vida es paciencia.

Cuando cierro los ojos el mundo se desvanece
en gotas de neblina que calan
cada resquicio de mi pensamiento,
convirtiéndolo en verso.

Me expreso en un latido impermeable
que se aúna
con el dios de lo terreno.

Porque mi dios tiene la figura del amparo,
la sonrisa de lo grácil;
su ser es viento
y su esencia volátil.

Mi dios sale por mis versos,
confirma su existencia
y se afirma con ellos
cada vez que con sed de pluma
me mira en las brumas.

He descubierto
mi asidero de luz
en el dios de la Poesía.

Mi mente destila en tinta
y se evapora,
volviendo a las nubes,
esperando a las auroras.

(Propio)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta el sútil cambio del final :D

sale como anónimo pero ya sabes q soy yo jejejej

Patricia dijo...

Yo tb creo que queda mejor así. Me alegra mucho que, no sólo me escuches toooda la poesía con que te entretengo en los descansos, sino que tb leas mi blog. JAJAJAJA, al final caerás en mi adicción. Ya te veo yendo por las bibliotecas en busca de Salinas, Cernuda, o Vicente Aleixandre!!!JAJAJA, pero sé que te gustan más mi selecciones ;-)