Ella

 

Ella ya no está,
aunque a veces vuelve.
 
Ella ya no está,
pero aparece
y su ser sigue vivo en cada estancia
donde yo conservo cosas suyas:
Cuadros, pinceles,
libros, pinturas,
atriles y caballetes.
 
Todo está preparado
porque a veces vuelve;
volvemos:
En los momentos breves
en que recobra la mirada
nos sabemos.
Cuando se detiene
sobre mis ojos
buscando respuestas
y pronuncia,
con su tono tierno y su voz salada,
herencia de ascendientes marineros,
mi nombre.
 
Entonces todo calma.
Cada pieza se recompone:
Ella vuelve a ser ella
y mi espera vuelve a merecer la pena.
Todo Yo renazco
como recién parido,
balbuceando términos apresurados
con los sentidos ciegos de un primerizo.
 
Después ella se aleja
y yo me quedo esperando su vuelta
para sentirla de nuevo,
aunque tenga que esperar mil noches
solamente por darle un beso.

Patricia Gómez Sánchez