Porque creo que si vemos los detalles no necesitaremos nada más. Porque somos incapaces de ver lo cerca que tenemos las cosas más bellas. Porque la prisa y los agobios hacen que pasen desapercibidas bellas imágenes. Porque nunca sacamos el valor de eso que estamos acostumbrados a ver. Porque la rutina no debe ser enemiga del asombro. Porque la mayor sabiduría está en no perder nunca la capacidad de asombro. Por eso cuelgo estas imágenes. Porque son pequeños detalles que nos pasan desapercibidos un día tras otro. Porque sólo estas pequeñas cosas, en sí mismas, son ya mágicas. ¿Cuántas veces nos encontramos este tipo de imágenes y ni siquiera las miramos? Pasan por nosotros como algo más, como si fueran cosas que están ahí, pero que no nos influyen. Pasamos a su lado seguro que quejándonos de lo mal que nos va la vida, o de lo injusto que es todo, o pensando en nuestros problemas. Deberíamos pararnos un poco, no ir tan deprisa, tan abstraídos, porque seguro que así sabríamos disfrutar intensamente cada instante.
¿Y qué esperas del Mundo? me dicen muchos. Espero todo, que puede ser lo mismo que no esperar nada. Espero lo que sea capaz de darme, o lo que sea capaz de robarle. Sutil habitante de un espacio incierto, que sueña sólo con mantener siempre viva esta sed que es su alimento.
martes, 12 de mayo de 2009
Que la rutina no nos haga enemigos del asombro
Porque creo que si vemos los detalles no necesitaremos nada más. Porque somos incapaces de ver lo cerca que tenemos las cosas más bellas. Porque la prisa y los agobios hacen que pasen desapercibidas bellas imágenes. Porque nunca sacamos el valor de eso que estamos acostumbrados a ver. Porque la rutina no debe ser enemiga del asombro. Porque la mayor sabiduría está en no perder nunca la capacidad de asombro. Por eso cuelgo estas imágenes. Porque son pequeños detalles que nos pasan desapercibidos un día tras otro. Porque sólo estas pequeñas cosas, en sí mismas, son ya mágicas. ¿Cuántas veces nos encontramos este tipo de imágenes y ni siquiera las miramos? Pasan por nosotros como algo más, como si fueran cosas que están ahí, pero que no nos influyen. Pasamos a su lado seguro que quejándonos de lo mal que nos va la vida, o de lo injusto que es todo, o pensando en nuestros problemas. Deberíamos pararnos un poco, no ir tan deprisa, tan abstraídos, porque seguro que así sabríamos disfrutar intensamente cada instante.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario